Pozuelo de Alarcón, Madrid.
Pozuelo ha sido destino de veraneo de la alta burguesía madrileña desde principios del XIX. Decían que en este municipio encontraban olmedas y pinares y, sobre todo, aguas claras que según decían poseían grandes cualidades medicinales.
Como se decía en las crónicas de la época, en Pozuelo veraneaba "lo más selecto y agradable de la Corte". Por eso, se hacen construir casas de verano y viviendas unifamiliares conocidas como "hoteles".
Son clientes exigentes que requieren de los mejores artesanos en cada oficio y fruto de ello se establecen en Pozuelo talleres con los más exquisitos artesanos procedentes de toda España.